Si observamos un mapa del recorrido migratorio de la humanidad en el planeta, veremos una trama de líneas trazando largos movimientos, estos guiados por la geografía de la tierra. Sus valles, océanos, montañas, llanuras, desiertos y junglas han condicionado los asentamientos humanos y sus posteriores propagaciones. Estas líneas trazadas indican la necesidad de expandir los horizontes del conocimiento, así como del deseo de conocer lo que se encuentra más allá de nuestra vista y de nuestros territorios.
Algunos encontraron un edén y se radicaron ahí, otros siguieron buscando una verdad aún no revelada. En ese andar de generaciones y generaciones la humanidad dejó a su paso poblados y familias, que se transformaron en linajes, para luego mezclarse con migraciones posteriores. La geografía de la tierra, así como su historia migratoria, condicionó a estos pueblos haciéndolos entender el mundo de manera diferente, de acuerdo con el paisaje en el que les tocó vivir, generando preguntas y buscando respuestas a las interrogantes de la historia que se fue perdiendo y a la oposición de las fuerzas naturales que modelaron sus pensamientos.
Desde los Sumerios, Aristarco de Samos pasando por Copérnico, la humanidad ha intentado medir la Tierra con el deseo de dominarla desde el conocimiento de sus medidas (geo-metría). Aquel deseo humano de sobreponerse a toda interrogante, hace a la humanidad observar tanto su entorno como en el tiempo, teniendo como objetivo el de apropiarse de la verdad sobre su propio origen.
No es casualidad que los cuatro integrantes de H sean de nacionalidades distintas, (todos viviendo en la multicultural ciudad de Berlín). Estos artistas vienen al desierto para plantearse preguntas sobre la inmigración, el origen y los mitos que rodean a este último, y las desarrollarán durante un mes y medio de residencia desde diferentes perspectivas. Esta investigación se presentará en una exposición colectiva en la Sala Chela Lira en las dependencias de la Universidad Católica del Norte.
Gonzalo Reyes Araos